martes, 15 de mayo de 2012

la igualdad dentro del matrimonio


LA IGUALDAD DENTRO DEL MATRIMONIO
Abg. Franklin Dávila Ramírez

En los artículos 161 y 162 del Código Civil de 1936 se establecía que el gobierno del hogar estaba a cargo del cónyuge (esposo), de modo que solo él tenía el derecho de fijar y mudar el domicilio conyugal. Asimismo, se señalaba que a aquél le correspondía el derecho de decidir las cuestiones referentes a la economía del hogar, autorizar o no a la mujer el ejercicio de cualquier actividad lucrativa fuera del hogar, ejercer la representación de la sociedad conyugal frente a terceros, e imponer a la mujer la obligación de agregar a su apellido, el suyo. El Código Civil anterior, se basó en un modelo de potestad marital, lo cual significaba la ubicación del varón como cabeza y jefe de su familia, concentrándose en él prácticamente todas las decisiones sobre la marcha del hogar.

Este forma de gobierno en la familia por parte del varón, fue respaldado por la religión, que siempre queriendo ser fiel en el cumplimiento de los principios preestablecidos y escritos en la Biblia, vio como acertado las antiguas normas de familia. En efecto la Biblia señala que siempre debe haber un orden en todo, incluido un orden familiar, en donde la mujer debe estar sujeta al varón, éste debe estar sujeto a Cristo, y Cristo a su padre Dios. Esta norma bíblica va en concordancia con otras normas bíblicas que señalan que la mujer debe guardar profundo respecto a su esposo y que éste debe amarla como a su propio cuerpo. Además, el hecho que se mencione que el hombre ciertamente debe estar sujeto a Cristo, nos da la idea de que así como Cristo trata al hombre, no de forma abusiva sino por el contrario demuestra un trato amoroso hacia él, igual forma debe el hombre tratar a la mujer con el ejemplo inspirador de Cristo. Así en el hogar familiar, la mujer que se siente feliz por el trato amoroso que recibe por parte de su pareja, le inspira a respetarlo y aceptar las decisiones que él tome, por saber que lo que hace, es por el bien de ella y de toda la familia. Esta claro que el varón en busca de lo mejor para la familia debería escuchar lo que piensa la esposa antes de tomar la decisión que le parezca mas acertada; esto lo confirma la Biblia cuando pone como ejemplo el caso de Sara y Abrahán, en donde Dios corrige a Abrahán y le pide que escuche a su esposa antes de apurarse en tomar una decisión.

Este orden familiar, aceptado por la religión y el Derecho, en la realidad, resultaba infeliz para los miembros de la familia en especial para la mujer, ya que el esposo aprovechando ser el cabeza de familia, abusaba de su esposa y de los hijos, humillando a su esposa en vez de amarla, surgiendo muchas veces casos de violencia familiar. La mujer tenía que soportar muchas veces en silencio, ya que se encontraba desprotegida por la Ley. Es así que la Ley cambió, se estableció como forma de equilibrar las relaciones dentro del matrimonio, la igualdad de los esposos, tanto a nivel constitucional con el derecho de Igualdad entre varón y mujer y a nivel de legislación civil ya que la nueva regulación establece que “Ambos cónyuges tienen el deber y el derecho de participar en el gobierno del hogar y de cooperar al mejor desenvolvimiento del mismo.
A ambos compete, igualmente, fijar y mudar el domicilio conyugal y decidir las cuestiones referentes a la economía del hogar.”

Es así, que ahora dentro de la familia, supuestamente, no debe haber uno que mande más, ahora tanto el hombre como la mujer gobiernan el hogar, juntos deciden que es lo más conveniente para el hogar que construyen, juntos deciden la economía familiar. Ahora ambos tienen el derecho de hacer respetar sus decisiones y ninguno tiene que soportar lo que le parezca mal del otro.

Es así, como en la actualidad se regulan las relaciones de esposos, esperando que con esta nueva regulación haya buen entendimiento por parte de los mismos y de esta manera un matrimonio que perdure a través del tiempo. Si está siendo eficiente esta forma de regular las relaciones entre los esposos, solo lo dirán las estadísticas, esperemos que con la aplicación de esta nueva norma, haya más parejas felices que con la norma anterior, que como mencionamos anteriormente tenía una inspiración bíblica, aunque me hace recordar un pasaje de la Biblia, en donde Dios le pregunta a Job “¿invalidarás tú mi justicia?”.